viernes, 24 de agosto de 2018

Tal día como Hoy .... 24 de agosto de .......







TAL DÍA COMO HOY ..... En 1902 vuelve la "Cuestión de Gibraltar" 
a la primera plana de la Prensa Nacional.

En el Periódico el País del 24 de agosto de 1902, se escribe lo siguiente:

"La cuestión de Gibraltar

La prensa de Madrid dedica mucho espacio a esta cuestión, cosa que nos sorprende grandemente. No se habla mas, que de la cuestión de Gibraltar. Algunos periódicos importantes la consagran un artículo diario. Comenzóse diciendo que era un tema veraniego; pero pronto se convirtió en terna obligado, que de seguro no se acotará tan presto. La opinión en España ignora, en general, esta Cuestión. Para esa opinión Gibraltar aparece como algo vago y lejano. La mayor parte de los españoles se limitan a reivindicar esta posesión para España, considerando que los ingleses están demás allí. Pero las verdaderas  cancillerías, inquieta a los periodistas españoles y ocasiona desasosiego visible al gobierno de Madrid.

Un periódico sin importancia, semanal, que se publica en un rincón de España, donde no llegan ferrocarriles ni barcos, en Tarifa, es el que mas ha contribuido a suscitar la cuestión, haciéndola penetrar en el espíritu publico. Ese periódico, cuyo titulo El Centinela del Estrecho de Gibraltar, publicó en octubre último numero, que cayo como una bomba en el campo de Gibraltar. Al principio asustó a las gentes porque decía verdades que hasta entonces nadie había osado declarar; decía cosas que, por ser increíbles, no eran menos autentica, y descubría al desnudo, a los ojos de los españoles desconcertados, ignominias que no querían verse, ó que no se veían claras. Pero con El Centinela en la mano no había medio de engañarse. Por vez primera en España se colocaban los puntos sobre las ies en la cuestión de Gibraltar. He aquí una muestra de lo que decía el periódico.
«El Campo de Gibraltar» es ingles. Por dura que esta verdad sea hay que decirla coram pópulo. La dominación española en el Campo de Gibraltar es puramente nominal. En esta región España administra (lo peor que puede, sea dicho de pasada). Inglaterra posee y nomina. España no percibe, por su soberanía ficticia, más que los inconvenientes. Inglaterra no recoge sino beneficios de su dominación efectiva.
La actitud de estas poblaciones cuando la guerra hispano-yanki no es de las que pueden olvidarse. Aguardaban sólo el momento oportuno de arrojarse en brazos de Inglaterra. Un hombre de estado español, Sagasta, no ha tenido ningún reparo en declarar que sí los yankis hubieran llegado a la Península, en el Campo de Gibraltar se hubiera izado la bandera blanca.
Un periódico de Gibraltar, El Anunciador, dijo hace un año que si los ingleses tuvieran la humorada de invadir nuestro territorio «no habría ni una sola familia capaz de indignarse, ni un solo pecho para servir de muralla a los proyectiles enemigos. «La opinión de que España para nada cuenta en los alrededores de Gibraltar es tan corriente y recibida, que solo hilaridad provoca las manifestaciones de españolismo.»
Esta situación es desdichadamente verídica. Los ingleses se las han arreglado de manera que han llegado a constituir una necesidad para las poblaciones vecinas. Nadie desea en el campo la restitución de Gibraltar a España, porque todo el mundo vive allí a la sombra de Rock, de lo que Rock le procura. Los propietarios ingleses son numerosos en el campo, en el cual son inglesas las grandes empresas industriales. El único dinero que corre procede de Gibraltar.
Los agentes en Madrid de los intereses ingleses en el campo español son personajes políticos. Así, por ejemplo, el Grupo Morrison que explota la Compañía del ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, la línea de barcos que monopoliza el tráfico en la bahía, et whark de Algeciras, el famoso Hotel inglés Reina Cristina, edificado en el sitio que los españoles proyectaron un fuerte para defenderse contra un eventual ataque de los ingleses, es el Sr. Moret, el actual ministro de la Gobernación. Durante muchos años, hasta su muerte, el Sr. Castelar ejerció las propias funciones.


El jefe del partido liberal de Sevilla, se ve avasallado por los consejos poderosos de los ingleses. El diputado que representa en las Cortes a Algeciras, tiene la misión de arreglar en Madrid el asunto de la conducción de aguas potables a Gibraltar.
Además, estas aguas provienen de fuentes situadas en los terrenos de los cuales es dueño el propio diputado. El Banco de España no ha podido establecer una sucursal en Algeciras por que como los banqueros del Campo dependen de Gibraltar, echan mano de todos los arbitrios políticos posibles para salvar al último de toda concurrencia.
Por otra parte, las autoridades del Campo, tienen instrucciones formales: hay que ser grato a los ingleses.
La libertad de que estos disfrutan por mar y tierra es inverosímil de puro omnímoda. A las chalupas inglesas que llegan a las costas españolas se las dispensa de toda formalidad aduanera y sanitaria. Los torpederos ingleses y los destroyers, se pasean por las aguas españolas, hacen en ellas sondajes, van y vienen como por casa propia. Están exentos los ingleses de las mil molestias que los españoles no tienen más remedio que aguantar.
A aquellos se les colma de miramientos, y todo les es consentido. No es raro ver en el paseo de Algeciras los domingos a suboficiales ingleses de uniforme y armados. Y no hablemos da reciprocidad.
En Gibraltar, a los españoles no se les hace merced de ningún reglamento. Los ingleses en España, están por cima de todos los reglamentos habidos y por haber.
La política española, en sus relaciones con Gibraltar, es una serie de concesiones y abdicaciones. Para España supone una situación de tradicional debilidad; pues esa política no data de ayer, continuase desde hace mas de un siglo y medio con una obstinación chocante.
Cuando el periódico da Tarifa vino a pegar fuego a la pólvora, nadie pensaba en Gibraltar. La prensa de gran circulación, siempre afecta al gobierno, por diversos motivos, guardó profundo silencio. La consigna que hay en Madrid es la de callar a propósito de Gibraltar. Y esta consigna se observa fácilmente. Gibraltar solo interesa en el resto de la patria. En Madrid sólo se concede importancia a las cuestiones de partido. Fuera de ellas todo lo damas queda relegado a último término.
Pero la encarnizada propaganda del valiente periodiquito, ha dado sus frutos. La prensa del campo de Gibraltar, que no osaba abordar vigorosamente el problema modificó su tono: de súbito se mostró batalladora é incisiva. Agitóse la opinión pública. Las verdades que al comienzo inspiraban temor, acogiéronse con viveza y fueron difundidas. Los periódicos independientes del resto de España, se asociaron al movimiento. Y, después de guardar silencio durante ocho años, los diarios de Madrid han tomado la palabra.
Todos, inclusos los que defienden la alianza anglo-española y que son conocidos por su anglofilismo, reconocen la gravedad de la cuestión. España está a punto de perder parte de su territorio. Los ingleses quieren prolongar la jurisdicción terrestre y la jurisdicción marítima de Gibraltar. Se va a aumentar considerablemente la guarnición de esta plaza.
De Londres ha procedido la orden de construir atrincheramientos desde Gibraltar hasta la Punta de Europa, donde puedan alojarse 8.500 hombres, lo que elevaría a 14.500 la guarnición de la plaza británica. Gran cantidad de material —obuses, cañones Maxim, telégrafos de campaña, etc.— se ha acumulado en las casamatas de la proximidad de Puerta de Tierra. Esto coincide con un artículo publicado por la United Service Magazine, articulo firmado por «Un contralmirante», recomendando imperiosamente la invasión del campo do Gibraltar, desde el que los españoles podrían adoptar disposiciones defensivas.
La guarnición española es irrisoria, redúcese a dos batallones de cazadores, con mediano efectivo; uno en Algeciras, el otro en Son Roque y unos cuarenta soldados de Caballería; nada de Artillería. El mes pasado se decidió aumentar el contingente hasta completar una brigada empezando a instalarse el campamento en Los Barrios y en San Roque el de éste último punto ha quedado en suspenso por una causa misteriosa que se dice al oído: estaba demasiado cerca los limites de Gibraltar y los ingleses se han opuesto. La guarnición inglesa elevase a 6.000 hombres y se la quiere duplicar.
Varías baterías inglesas se han emplazado contra territorio español. En éste no hay una sola batería, excepto la de Santiago, en Algeciras, con algunos cañones que datan de comienzos del siglo pasado. Los ingleses origen que no se modifique la situación. Los ingleses han significado de una manera terminante al Gabinete de Madrid que toda tentativa de fortificación del territorio español será considerada por Inglaterra como una acción hostil.
En Madrid se cede siempre; pero en España existe todavía mucha gente, a la cual animan sentimientos patrióticos.
Veremos quien resulta vencedor en la contienda. En esta ocasión la opinión publica amenaza imponerse al gobierno, cosa rarísima en la Península. Esa Opinión que se hizo la muerta cuando las escuadras fueron destruidas y cuando las colonias se perdieron, parece resucitar ante la idea del peligro que se agranda por momentos del lado de Gibraltar.


XX
Traducción de la Dépeche Colonial."
Fotografía de Neville Chipulina: Finales del siglo 19 principios del 20. La Línea en la distancia


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TAL DÍA COMO HOY..... EN LA LÍNEA

El periódico La Unión Ilustrada del 24 de agosto de 1916 publica lo siguiente:
"Fotografía de la boda de la bellísima señorita Lola Muñoz Alonso, con el primer teniente del Regimiento de la Reina don Diego Padilla del Pino. La ceremonia revistió caracteres de verdadera solemnidad, asistiendo cuanto vale y figura en La Línea de la Concepción, de cuya Plaza es Comandante Militar el padre de la desposada don Joaquín Muñoz."
En el centro de la fotografía se puede ver al Padre Rodríguez Cantizano.


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TAL DÍA COMO HOY..... EN LA LÍNEA

  El 24 de agosto de 1865

Debido a la epidemia de Cólera se cierra la frontera con Gibraltar. El Cordón sanitario duró hasta el 23 de noviembre del mismo año. Produjo numerosos muertos a ambos lados de la frontera.

En el trabajo de "EL CÓLERA MORBO Y SU INCIDENCIA EN ALGECIRAS EN EL SIGLO XIX", escrito por Martin Bueno Lozano / Sacerdote. Historiador, publicado en la revista Almoraima núm. 17, describe dicha epidemia en 1865:

"EPIDEMIA DE 1865 La epidemia de este año de 1865 procedente de Marsella entró por el puerto de Valencia. Como todas tuvo su origen último en la India, de donde, en este ocasión, fue la portadora del microbio mortífero la muchedumbre de creyentes que acudieron ala Meca a cumplir el precepto coránico de visitarla una vez en la vida. Llegó el 8 de julio y rápidamente se extendió por toda España. En tres meses produjo en Valencia 5.550 muertos y en la provincia 16.000. A fines de septiembre comprendía en su abrazo mortal 31 provincias con un total de 486 localidades. El saldo final superó las 80.000 víctimas. 

Esta vez sí le valieron a Algeciras las medidas que tomó. En el acta correspondiente al 25 de agosto se da cuenta de haberse leído en la sesión del Ayuntamiento de dicho día una circular del señor Gobernador disponiendo varias prevenciones sobre higiene y policía urbana "con motivo del cólera presentado Gibraltar y otros puntos". Se distribuyeron el trabajo los distintos tenientes alcaldes. A continuación, se leyó otro escrito del Gobernador autorizando "el gasto que ocasionen las obras necesarias para dar salido a las inmundicias de las cloacas y a las aguas estancadas en los arroyos cuyos trabajos son precisos, y alejen las miasmas que exhalan aquellas materias y aguas corrompidas".

El 4 de septiembre se acuerdan obras para atenuar la necesidad que "a causa de la incomunicación que guardan estos pueblos con  la fronteriza plaza de Gibraltar carecen de recursos para subsistir"

8 de diciembre. Se lee una instancia de Don Ramón Gago, rematador del derecho de pasaje de la barca de Palrnones, pidiendo indemnización por los perjuicios que se han causado con motivo del cordón de incomunicación "que ha permanecido por mas de tres meses a consecuencia del cólera de Gibraltar, lo cual produjo la nulidad del tránsito, y le ocasionó graves molestias, por el frecuente pasaje sin retribución de las fuerzas encargadas de la vigilancia de dicho cordón". Se indemnizó con 2.665 reales -la tercera parte de lo que pidió-, "que afectaran por iguales partes al Ayuntamiento de la villa de Los Barrios y al de esta ciudad por tener la misma participación en los productos de dicha barca". 

En el acta del 29 de diciembre se lee lo siguiente: "Se presenta una moción solicitando un voto permanente para celebrar una función anual en la iglesia de la Merced en acción de gracias a la Virgen Santísima por haber  librado a este vecindario de la epidemia del cólera que por tantos días ha afligido a los habitantes de Gibraltar". Ya se sabe el valor de la permanencia entre los hombres. 

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TAL DÍA COMO HOY..... EN LA LÍNEA

  El 24 de agosto de 1892


El Comandante Militar del Campo de Gibraltar el General de División don Julio Seriña y Raimundo, comunica la entrega de un desertor al Excmo. Sr. Gobernador de la Plaza de Gibraltar el General Sir Lothian Nicholson:

"Excmo. Sr. :

En el día de ayer tuve el honor de recibir el atento oficio de V.E. fecha del 22, relativo al soldado desertor del Regimiento Sur - Lancashire Juan Benthey y como sabrá V.E.  ya por el Secretario Colonial de Gibraltar, a quien se lo participó el Jefe de Estado Mayor de este Campo, quedan dadas las órdenes correspondientes al Comandante Militar de La Línea, para que entregue a disposición de V.E. al citado desertor, que fue detenido en la noche del 21 al 22 del corriente.

Con éste motivo tengo la honra de reiterar a V.E. las seguridades en mi mas alta y distinguida consideración.

Algeciras  24 de agosto de 1892"



Como bien expresa el oficio el día 22 el Comandante Jefe del Estado Mayor del Campo le remite a Mr. Cavendish Boy, Secretario Colonial de Gibraltar un oficio con dicha comunicación:


"Muy sr. Mio:

Por encargo del Comandante General de este Campo, tengo el honor de manifestar a V. por si se sirve participarlo a S.E. el General Gobernador de esa fortaleza, que esta tarde se ha ordenado al Comandante Militar de La Línea, disponga la entrega, en la forma acostumbrada, del desertor del regimiento South Lancashire de esa guarnición, Juan Benthey, detenido en dicho punto.

Reitero a V. las seguridades de su distinguida consideración"




Documentos cedidos por Juan Manuel Ballesta Gómez


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